La Galería del Bosque de San Pedro, oculta en el interior del Bosque, no se
puede visitar. Tiene su salida junto a la Torre del Peinador de la Reina
Salida de la Galería del Bosque de San Pedro
Ya sabemos de los enormes, fuertes y robustos cimientos que posee la Alhambra y de los sistemas constructivos que se emplearon para la construcción de la misma, lo que ha permitido que se mantenga su estado actual.
En este apartado nos ocuparemos de otras de las grandes aficiones y construcciones que usaron los musulmanes en la realización del recinto amurallado: las Cuevas, Pasadizos subterráneos y Galerías.
Peinador de la Reina y salida de la galería
Así se comenta, aunque no dejan de ser leyendas, la gran cantidad de galerías que desde el Albaycín permitían acceder al interior de la Fortaleza de la Alhambra.
Incluso desde la misma ciudad de Granada existirían otros que permitían acceder a las zonas más altas del Conjunto Monumental.
Aunque a ciencia cierta aún no se ha encontrado realmente ninguna que afirme dichos comentarios, y si es así, que desafortunados seríamos si la tuviésemos y no lo supiéramos.
Así presumía la existencia de galerías y túneles desde Plaza Nueva, la Casa de los Tiros, el Palacio de los Marqueses de Cartagena y Torres Bermejas y que alcanzaban las Plaza de Armas de la Alcazaba, el Palacio de Carlos V, la Torre de los Siete Suelos y la Torre de las Infantas.
Hipotéticos túneles y galerías subterráneas entre Granada y la Alhambra
Aun así, si existen diferentes galerías subterráneas que, en otras épocas, pudimos recorrer o visitar, aunque actualmente, como es lógico, no se pueden visitar.
Un ejemplo de ellas es la existente en la base de las Casas Moriscas del Partal, en el Patio de la Higuera.
Ésta se adentraba hacia el Palacio del Partal y la Torre de las Damas y conforme se avanzaba por ella cada vez se hacía más baja y estrecha, hasta el punto de impedirte darte la vuelta finalizando, tras unos metros que se hacían larguísimos, en un muro tapiado.
Otras, mucho más cortas, tras recorrer unos metros se encontraban tapiadas.
Pero quizás la más cómoda, larga e impresionante era la Galería subterránea que desde el Bosque de San Pedro accedía hasta la base de la Torre del Peinador de la Reina.
Su salida se encuentra en la vertiente oeste de la Torre, entre ésta y la Torre de Comares.
Salida de la Galería subterránea
No se puede ver desde el interior del Conjunto Monumental, y como es lógico, mucho menos visitarla y recorrerla.
Por lo que para verla deberemos de hacerlo desde el barrio del Albaycín.
Aunque su salida, junto a la muralla, la podemos ver a lo largo de todo el año, es cuando los árboles del Bosque de San Pedro han perdido sus hojas, cuando más fácil será verlo.
Además también será desde donde más sitios la podremos contemplar, ya que la situación y orientación del Peinador de la Reina nos impedirá, desde determinados lugares, poder observarla.
El Bosque de San Pedro desde el Albaycín y desde la Galería del Patio de la Reja
Otra posibilidad para verla, esta vez su entrada y también cuando las hojas del Bosque nos permiten ver su interior, es al ascender por a la Alhambra desde el Paseo de los Tristes, por la Cuesta de los Chinos.
En una curva, a la altura de la Puerta del Bosque podremos verla o intuirla, próximos a los caminos que recorren el Bosque de San Pedro.
Entrada a la Galería en el Bosque de San Pedro
No sabemos como se encontrará en estos momentos, seguramente estará cerrada por una cancela.
El acceso se realizaba a través de un arco de piedras que permitía ascender por innumerables escalones hasta salir al pie de la Muralla que bordea la Alhambra, junto a la Torre del Peinador de la Reina.
También se adentraba al interior, pero al igual de otras galerías se encontraba tapiada, seguramente en sus tiempos con acceso al interior de los Palacios Nazaríes.
Bosque de San Pedro, al norte del recinto amurallado
El objetivo de la gran cantidad de túneles y galerías subterráneas podría ser para huir rápidamente en caso de peligro o para atacar al enemigo por sorpresa.
El que nos ocupa también sería utilizado para que el Rey pudiera descender a la ciudad en solitario y así pasar desaparecido entre la población.
