La Puerta del Bosque se encuentra situada en el lienzo de muralla que cierra el Bosque de San Pedro, en la vertiente izquierda del río Darro, a espaldas del actual Rey Chico y por encima de las ruinas del Carmen del Granaillo y del Acueducto de Santa Ana. Por éste circulaban las aguas de la Acequia de Romayla, por la vertiente norte de la Dehesa del Generalife, atravesando el Barranco de la Cuesta de los Chinos adentrándose en la ciudad por el Barrio de la Churra (aunque en la actualidad prácticamente se encuentra totalmente entubada).
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La Puerta está situada en una de las esquinas del lienzo de muralla que delimita el Bosque norte de la Alhambra desde la Cuesta de los Chinos hasta el Tajo de San Pedro, donde desapareció parte del tramo, para continuar posteriormente delimitando el Bosque de San Pedro hasta alcanzar las casas ya cercanas a la ciudad de Granada, a la altura de las ruinas del Puente de los Tableros.
Esta puerta permitía acceder entre el Bosque hacia la Puerta de las Armas, desde la zona alta del actual Paseo de los Tristes. Además en este bosque encontramos uno de los pasadizos secretos (en realidad un túnel de escaleras) que alcanza las proximidades de la base de la muralla, en las cercanías de las Torres del Peinador de la Reina y la Torre de las Damas (Palacio del Partal), donde posiblemente conectaría con una escalera secreta que desde la parte baja de la Torre del Peinador de la Reina descendía hacia el mencionado bosque.
Está prohibido tanto el acceso al Bosque de San Pedro como aproximarse a las cercanías de la Puerta, por lo que para contemplarla deberemos de ascender por la Cuesta de los Chinos hasta alcanzar una curva, ya al final de las últimas casas, donde la tendremos enfrente y al fondo.
Tras la reconquista se hizo esta Puerta y se reconstruyó gran parte de la muralla. Posteriormente y según diferentes lienzos (acuarela de David Robers, 1831) gran parte de la muralla estaba prácticamente destrozada, realizándose diferentes trabajos de restauración durante del siglo XX por Leopoldo Torres Balbás, 1935.
Al igual que muchas de las construcciones nuevas de la época, se encuentra realizada en piedra de Sierra Elvira, presentando dos Pilastras almohadillas parecidas a las usadas en la Puerta de las Granadas y en el Palacio de Carlos V.
Presenta un frontón triangular y se encuentra recubierta toda la portada por ladrillo.
En sus proximidades, hacia la derecha, en sentido de la entrada exterior de la misma existe una placa conmemorativa (que recoge la reconstrucción realizada sobre la muralla en 1833), de las muchas existentes en el Recinto Monumental de la Alhambra y el Generalife, invitándonos a pensar que en otra época, no muy reciente, no sólo se permitía el acceso a la zona exterior de la misma, sino que era uno de los caminos usados para acceder desde el Albaycín al Conjunto Monumental y al Bosque de San Pedro.