La Torre de Muhammad es una Torre defensiva y militar situada en la muralla norte del recinto amurallado de la Alhambra y el Generalife.
Se encuentra situada al norte del Patio de la Madraza de los Príncipes y tuvo un enorme valor estratégico, ya que controlaba el paso de personas que accedían a los Palacios Nazaríes – ver recorrido.
Tomó los nombres de Torre de Hontiveros, de Carrichuela y de las Gallinas.
Se localiza entre la Torre del Cubo, bajo la que se encuentra la Puerta de la Tahona, por donde llegaban las personas que accedían al recinto amurallado por la Puerta de las Armas; y la Torre de Machuca, junto al Patio del mismo nombre, ya en el Mexuar.
La Torre de Muhammad está ubicada en el centro de la Muralla y por ella pasa el adarve que la une con las Torres cercanas facilitando el control de la zona, permitiendo el paso de la Guardia por el mismo.
Presenta planta rectangular, con una puerta hacia el Patio de la Madraza de los Príncipes y otras dos que permiten el acceso por el adarve al interior de la misma.
Tiene dos plantas, donde existían varias estancias para la guardia, y una terraza culminada con merlones y almenas.
Hacia el norte la muralla continúa hacia la Torre del Cubo donde se encuentran unas escaleras para acceder a la zona noroeste de la explanada.
Mientras que hacia el norte continua hasta llegar a la Galería y Torre de Machuca sucediéndose diferentes almenas y merlones.
En la visita ordinaria del Monumento no podremos visitarla, pero si contemplarla desde la Placeta de Carlos V, mientras guardamos la cola para entrar en los Palacios Nazaríes.
Aun así, y a lo largo del año, dentro de las actividades programadas durante el “Espacio del Mes” por el Patronato de la Alhambra podremos acceder al interior del Patio de la Madraza de los Príncipes y situarnos en las proximidades de la misma.
Es fácilmente distinguible durante nuestros recorridos por el Albaycín y el Sacromonte.
No dejes de ver en el siguiente enlace las vistas de la Alhambra desde los principales Miradores del Albaycín.
UN RECORRIDO EXTRAORDINARIO
En algunas de las actividades que realiza el Patronato de la Alhambra para dar a conocer diferentes lugares del Recinto Monumental, velando por la conservación y mantenimiento de los mismos, que no pueden abarcar a la gran cantidad de visitantes que diariamente recorren la Alhambra y el Generalife, podremos situarnos en las cercanías de la base de la Torre de Muhammad.
Accederemos a la explanada junto al Patio de la Madraza de los Príncipes de la Mezquita.
Este recorrido extraordinario nos permite acceder al interior de la Puerta de la Torre de las Armas, podremos acceder a la misma, tras haber atravesado la Primitiva Entrada de la Alcazaba y la oculta Puerta de la Tahona.
En su vertiente sur podremos ver el inicio, de lo que queda, de la calle del Foso que alcanza los Palacios Nazaríes.
Actualmente se adentra, por el adarve que atraviesa la Torre de Muhammad a la Galería anterior a la Torre de Machuca, en el Patio del mismo nombre.
Fijándonos al final del mismo, en la muralla exterior podremos intuir la desconocida Puerta Alta del Bosque que permitía acceder al Bosque de San Pedro, camino hacia el Albaycín y el río Darro.
Desde el Barrio del Albaycín, y cuando llega el invierno, podemos contemplar los espectaculares cimientos que sustentan la torre, en saliente sobre la muralla.
Únicos en todo el Conjunto Monumental por su envergadura, tamaño y altitud, que desde el suelo alcanzan la base de la Torre.
Suelen pasar desapercibidos ante la extraordinaria belleza y grandiosidad de todo el Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife.
Como hemos indicado anteriormente la Torre tenía una gran importancia para el control interior de las personas que accedían a través de la Puerta de la Tahona hacia los Palacios Nazaríes.
Pero es hacia su exterior, en la cara norte de la Torre, sobre el Bosque de San Pedro, donde se encuentran sus espectaculares cimientos que la soportan.
La Torre sobresale de la muralla y en la base de la misma descienden hacia la tierra numerosos cimientos-escaleras.
Majestuosos e impresionante, más aún cuando uno estaba en su base, en otros tiempos cuando el Bosque aun se podía recorrer.
Éstos, desde sus cercanías, no se pueden contemplar ni visitar pero si podemos observarlos cuando, con la llegada del invierno, desaparecen las hojas de los árboles situados en sus cercanías, que nos permiten verlos desde numerosas calles, plazas, y como no, Miradores del Albaycín.