En el ámbito de los gustos, se suele decir que no hay normas establecidas, sin embargo, en el caso de las Lagunas de Sierra Nevada, hay varias que siempre capturan nuestra atención y preferencia por sus características distintivas.
Una de ellas para nosotros es Charca Pala. Su tamaño reducido, la diversidad de su fauna y flora, y su ubicación junto a las escarpadas paredes sureste del Tozal del Cartujo, la convierten en un lugar especial.
Las Lagunas de Lanjarón, entre las que Charca Pala se encuentra, se distribuyen a lo largo de la vertiente derecha del río Lanjarón.
Éstas se localizan dispersas en pequeñas cuencas, cubetas y vasares, que siguen una dirección noreste-suroeste, entre las crestas y los Tresmiles occidentales que rodean el valle y el río Lanjarón.
Muchas de ellas son accesibles a través de la «Verea Cortá«, aunque este camino presenta un paso peligroso que desaconsejamos para personas con vértigo; este tramo está equipado con una cadena y conecta la Laguna de Tajos Altos o Bolaños con Laguna Cuadrada.
Charca Pala es la primera de estas lagunas que encontramos, justo después de cruzar el río Lanjarón.
También se la conoce como Lagunillo de Charca Pala.
Presenta una forma irregular con un pequeño pero bello borreguil, que lo rodea, donde podremos encontrar numerosa flora de Sierra Nevada, incluidos algunos endemismos, que podremos encontrar en los roquedales cercanos.
Recibe aportes de agua de varios nacimientos que brotan en la pequeña cuenca donde se encuentra ubicada y de un nevero que se forma en la parte alta de ésta.
Ocupa un pequeño vasar en la vertiente sur del Tozal del Cartujo, a 2.928 metros de altitud.
Presenta un emisario que suele permanecer activo a lo largo del año, aunque en años secos tiende a secarse por la falta de nuevos aportes.
Al igual que varias lagunas del Valle, se encuentra cerca de la vereda que lo recorre y que desde el Refugio Elorrieta alcanza el Refugio del Caballo.
Tras descender el Panderón de la Loma de Cuerda Alta y por debajo de la Laguna de Lanjarón, la vereda cruza el río, llamándose a partir de este momento “Verea Cortá”.
A los pocos metros de recorrerla nos encontraremos con Charca Pala.