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Bonita ruta que une las localidades de Juviles, Tímar, Lobras y Cádiar y que transcurre por veredas y caminos, salvo la entrada y salida de Lobras, por donde circula por una carretera con poca densidad de tráfico. Además de transcurrir por la rica vega en la zona alta del río Guadalfeo, podremos desviarnos para visitar las ruinas de «El Fuerte» o para ascender al Peñón Hundido o al Cerro de Lobrasán.
En el tramo desde los municipios de Lobras y Cádiar nos cruzaremos varias veces con el Gran Recorrido GR-142 «Senda de la Alpujarra», que también une estas localidades.
Punto Inicio: Juviles: 1.255 metros
Punto final: Cádiar: 933 Altura Máxima: 1.255 metros Altura Mínima: 818 metros Desnivel: 459 metros Agua: En Juviles, Tímar, Lobras y Cádiar Términos Municipales: Juviles, Lobras y Cádiar Tiempo: 3 horas. En sentido inverso: 3 h 15 minutos Distancia: 9 km 400 metros |
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Cartografía: 1 mapa: |
Desde el municipio de Juviles hasta el de Cádiar |
Después de la visita al bello municipio de Juviles seguiremos unos metros por la carretera A-4130, dirección noreste, hasta que ésta gira hacia la izquierda, donde tomaremos, hacia la derecha, para descender unos metros y tomar una pista, a nuestra izquierda. Empezamos un corto pero empinado descenso hasta llegar al Barranco de la Umbría, que cruzaremos y realizaremos una pequeña ascensión para coronar un collado. Podremos desviarnos por la vereda que sale a nuestra derecha, para acércanos, a los pocos metros y tras pasar por una antigua alberca, a los restos que quedan de la fortaleza de «El Fuerte».
Una vez en éstos y tras contemplar las vistas de este estratégico mirador natural, regresamos de nuevo a nuestra senda, para continuarla con la misma dirección que traíamos, hasta que cambiamos de vertiente y aparece ante nuestra vista la pedanía de Tímar, a la que nos dirigiremos. Aunque encontraremos diferentes veredas para descender a Tímar, tomaremos la que baja progresivamente y afrontar los últimos metros, más empinados, para descender al Barrio del Retamar (en lo alto de la localidad). Tras realizar un paseo por este pequeño pero bello municipio y situados en la calle Real junto a la Iglesia, nos dirigiremos, dirección suroeste, por la reciente carretera que une esta localidad con Nieles.
Tras pasar por la Ermita de las Ánimas y por el Cementerio de la localidad, nos vamos acercando a Peñón Hundido. Abandonaremos la carretera, justo pasada una alberca; desde aquí podremos desviarnos unos metros para coronar Peñón Hundido por su cara este (las caras norte y oeste presentan unas paredes prácticamente inaccesibles si no es escalando).
Tras regresar de nuevo a la vereda, que se encuentra en buen estado, sigue suavemente descendiendo y rodeando El Peñón Hundido llegando a un collado entre éste y el Cerro de las Eras, donde existen diversos caminos y veredas ya que antiguamente se usaba para unir las localidades de Lobras y Nieles por la vertiente noreste del Cerro de Lobrasán (al que ascenderemos en otro itinerario).
Seguiremos por la vereda que desciende, dirección este, realizando al principio diferentes zigzag para perder altura progresivamente hasta alcanzar el río Tímar. Cruzaremos el río y seguiremos por la vereda en dirección sur, que va ascendiendo suavemente, hasta alcanzar una pequeña acequia, que seguiremos su cauce durante unos metros para llegar a la carretera que une las localidades de Tímar y Lobras. Seguiremos por ésta hasta el municipio de Lobras, justo a su entrada y a nuestra izquierda, dejaremos la vereda por donde va el sendero GR-142, y que también une las localidades de Lobras y Cádiar y que luego nos volveremos a cruzar con él, en la Rambla de Albáyar.
Tras una visita por sus calles, donde podremos aprovisionarnos y avituallarnos para seguir con nuestra ruta, seguiremos por la carretera, dirección sur pasando junto a la Ermita de las Ánimas, seguidamente las Escuelas y posteriormente, a nuestra derecha, nos encontramos con un carril por donde proviene el Sendero de Gran Recorrido GR-142 de Nieles a Lobras. Seguiremos unos pocos metros más por la carretera, que no tiene mucho tráfico rodado, hasta llegar a una pequeña Área con bancos y maquinas para hacer ejercicio, conocido como Era de los Llanos, por la era que se encuentra a su lado. Aquí abandonaremos la carretera y empezaremos un corto pero fuerte descenso por la arista de la pequeña loma (llamada Cuesta del Tejar) hasta llegar a las ruinas de un cortijo en la unión de un pequeño barranco con la Rambla del Albáyar.
De nuevo nos encontramos con las señales del GR-142 que va desde Lobras hasta Cádiar, siguiendo la Rambla de Albáyar, pero nosotros la cruzaremos y tomaremos una vereda, dirección este, que va ascendiendo por la Loma de San Agustín, hasta llegar a una zona de cultivos, siendo un buen lugar para descansar un rato y contemplar las vistas que dejaremos ya atrás pues nos disponemos a cambiar de vertiente.
Continuaremos por la vereda atravesando la zona cultivada hasta el final de ésta, donde se divide en dos; la de la izquierda, que no tomaremos pues continua por la loma hasta otra zona cultivada en El Bombo; y la de la derecha, que seguiremos, llaneando durante unos metros para posteriormente hacer un fuerte descenso (existen varias veredas pero todas van a parar al mismo sitio) hasta llegar a la Acequia del Arenal, ya muy cerca del río Guadalfeo, de donde recoge sus aguas y riega las ricas huertas de la zona alta de esta vega que vamos a recorrer. Seguiremos por la vereda dirección noreste, siempre por la margen derecha del río, que tendremos debajo, primero por la vereda, que posteriormente se convierte en pista y que nos sitúa en un puente, muy cerca ya de Cádiar. Estamos a pocos metros de llegar al final de nuestra ruta, por lo que lo cruzaremos y tomaremos, a nuestra izquierda la carretera, por la margen izquierda del río Cádiar, que nos permite continuar nuestro recorrido hacia Narila, pero nosotros preferimos una vez tomada esta carretera, desviarnos por la siguiente a la derecha para entrar en el municipio y a través de la calle Real recorrerlo, visitarlo y disfrutar de todos los servicios que en él podemos encontrar.