El Barranco de San Juan forma un espectacular valle que se extiende prácticamente desde las proximidades de los Tajos del Campanario.
Desde este punto, desciende la Loma de San Juan hacia el río Genil.
En la zona alta del Valle se encuentran pequeñas láminas de agua que, aunque someras, suelen secarse al final del verano.
Este valle abarca la vertiente oeste de los Peñones de San Francisco hasta alcanzar el río Genil, donde deposita sus aguas.
En este punto, comienza la Vereda de la Estrella, un paso obligado para las rutas que parten desde Güéjar-Sierra y se adentran hacia la Tresmiles de Sierra Nevada.
A lo largo de su recorrido, existen varias láminas de agua, principalmente pequeñas y someras, con la excepción de la Laguna del Barranco de San Juan, que usualmente mantiene agua durante todo el verano.
El Barranco de San Juan puede ser considerado una verdadera joya, tanto desde el punto de vista de la fauna como de la flora, que se pueden contemplar a lo largo de su recorrido.
Estas láminas de agua no son muy conocidas, salvo por los Montañeros que se aventuran a recorrerlo en rutas específicas o aquellos que ascienden o descienden hacia el Corral o las Posiciones del Veleta.
El valle formado por el Barranco de San Juan, especialmente su parte alta, es muy frecuentado por los Esquiadores de Travesía de Sierra Nevada durante sus ascensiones al Veleta, y como no, por alguno de los esquiadores que descienden por las pistas de esquí y terminan donde no deben.
Sin embargo, debido a su proximidad a la Estación de Esquí Sierra Nevada, y concretamente, en la Hoya de la Mora donde comienza la ruta para recorrerlo, es una ruta ideal para realizar en familia.
Es una excelente oportunidad para observar la fauna y la flora del valle, así como las diversas cascadas que se forman cuando el río desciende hacia el río Genil.
Además, esta ruta es popular entre los usuarios del Albergue de San Francisco.
Muchos de ellos se adentran al corazón por la vereda hacia Güéjar-Sierra y ascienden por el valle hasta la Laguna del Barranco de San Juan, para posteriormente regresar por la Hoya de la Mora y los Peñones de San Francisco en una ruta circular.
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