De todas las Torres del Conjunto Monumental la Torre del Cabo de la Carrera es la que pasa, posiblemente más desapercibida, principalmente si la observamos desde el interior del Conjunto Monumental.
Se encuentra en ruinas tras la voladuras realizadas por las tropas napoleónicas en su retirada en la madrugada del 15 al 16 de septiembre de 1812.
Está ubicada al final del lienzo de muralla que recorre el noreste del barranco por donde transita la Cuesta de los Chinos, en la zona más elevada de la misma y donde podremos situarnos en su base.
En este punto y desde el Puente Nuevo que comunica la Medina con el Generalife, es donde podremos contemplar más fácilmente los restos del bastión que permanece de la misma.
Su nombre viene dado ya que se situaba al límite o final (cabo) de la Calle (o carrera) Mayor de la Alhambra que recorría el Secano y la Medina.
Está localizada entre las Torres de las Infantas y del Agua, ya en el sector sureste del recinto amurallado.
Junto a ésta se situó tras la reconquista cristiana un cubo circular para situar artillería.
Fue restaurada en 1502 por los Reyes Católicos, dotándola de su Baluarte, dándole la forma circular, impropia de la arquitectura nazarí.
El adarve proviene de la Torre del Agua, alcanza la misma y continua hasta la Torre de las Infantas.
La calle del Foso tiene su inicio a escasos metros de ésta, hacia el oeste, y ya continuará hasta alcanzar la Torre de los Picos.
Inexistente la parte alta de la misma se mantiene únicamente su base circular.
Éste forma el bastión que marca el punto más elevado de la Cuesta de los Chinos antes de alcanzar el Puente Nuevo y el Acueducto de la Acequia Real.
Al recorrer el Partal pasaremos por las proximidades de sus ruinas al transitar por el Paseo de las Torres.