La Torre del Homenaje se encuentra situada en el extremo noreste de la Alcazaba, ver recorrido.
Forma la línea defensiva oriental de la misma, sirviendo no sólo para proteger y vigilar a ésta sino también a los Palacios Nazaríes, ver recorrido.
Durante unos años fue lugar de residencia de Pedro de Añasco por lo que se la conoce también con el nombre de Torre de Añasco.
Aunque es un poco menor que la Torre de la Vela al estar situada más elevada sobre la anterior, su terraza se convierte en el punto más elevado de la Alcazaba.
Desde ésta se contempla todo el Conjunto Monumental y los principales cerros cercanos a la misma.
Por todo ello, en sus tiempo era uno de los puntos privilegiados para la vigilancia y control de los demás puntos defensivos del recinto amurallado.
Se trata de una Torre-Vivienda además de almacén.
A lo largo de los años fueron éstas sus funciones principales compaginándolas con las de prisión y puesto de vigilancia.
Presenta figura tronco-piramidal y se encuentra unida a la muralla perimetral de la Alcazaba.
Está formada por seis plantas, en lo algo menos de 25 metros de altura, destacando la mazmorra-silo de su planta baja.
Ésta es cerrada y oscura y sirvió tanto como cárcel como almacén de granos, especies y sales.
El acceso se realiza por su vertiente oeste a la segunda planta, que se comunica con las restantes cuatro plantas, hasta alcanzar la superior.
Por lo que ésta forma una terraza-patio, donde se distribuyen las estancias y habitaciones a su alrededor.
Se convirtió en el primer Palacio, por Muhammad I, habitado del Conjunto Monumental, que alternó con la casa principal de la Plaza de Armas.
A lo largo de las distintas plantas se suceden gran variedad de bóvedas y cúpulas que una vez rellenos dan lugar al suelo de los pisos superiores.
Nos encontraremos una gran variedad de bóvedas, entre ellas de cañón, de gallones, de arista y de baídas.
Hasta el siglo XVI fue residencia de diferentes alcaides del Conjunto Monumental.
En su parte más elevada contaba con puntiagudas almenas, que se reconstruyeron a partir del XIX y es como las podemos contemplar en nuestros días.
No podemos acceder a su interior en la visita ordinaria del Conjunto Monumental, aunque si podremos bordearla para acceder a la Alcazaba y a la Plaza de Armas.
Además podremos subir, a través de unas pequeñas escaleras, antes de la citada Plaza, al adarve que lo recorre.
Desde éste podremos comprobar su valor estratégico y sobre todo defensivo, donde observaremos su buhedera, trozo de techo sin cubrir, para facilitar la defensa en un hipotético asalto a la Plaza de Armas.
A lo largo del año, y aprovechando el programa del «Espacios del Mes» el Patronato de la Alhambra y el Generalife permite la entrada a su interior.
Por lo que podremos acceder, a través de unas estrechas escaleras, a la zona más elevada de la misma.
Desde ésta contemplaremos unas de las vistas más espectaculares del Conjunto Monumental, del Albaycín y el Sacromonte y de las distintas sierras cercanas a la ciudad de Granada.