La mayor transformación de los accesos al Recinto Monumental se realizó en tiempos de Carlos V cuando se amplia y reforma la Cuesta de Gomérez realizándose tanto la Puerta de las Granadas, como el Pilar de Carlos V además, la reconstrucción, del Bosque de la Sabika.
Para la realización de las obras del Palacio de Carlos V se necesitaba trasladar hasta la explanada que éste ocupa los materiales para su construcción ya que las Puertas existentes no estaban pensadas para la entrada de carros cargados con las columnas y sillares usados en su construcción.
Para ello se realizó la Puerta de los Carros, a la que también se la llamó Puerta del Carril, a comienzos del siglo XVI, entre los años 1526 y 1536 realizando un hueco en la muralla, en las cercanías de donde se encontraba una antigua torre y un camino, con una rampa, más suave y cómoda, que partía desde la base de la Torre de las Cabezas.
Actualmente sigue manteniendo su función para acceder a la Placeta de Carlos V y es el único lugar por donde se accede en vehículo, únicamente taxis y vehículos autorizados, al interior del recinto Monumental.
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Presenta dos puertas, una más grande y cuadrada, para los carros y otra más pequeña, y con puerta de madera para las personas.
Carece de elementos decorativos salvo un pequeño escudo de los Reyes Católicos, en la zona alta y en el centro del mismo, tallado en mármol con la inscripción: “Real Fortaleza de la Alhambra”. Semejante a este, pero más moderno, encontraremos otro sobre la Puerta Nueva que permite comunicar el Generalife con la Medina, aunque éste último no presenta ninguna inscripción.
Por la zona alta transcurre el adarve que desde la Torre de Barba alcanza las ruinas de la Torre de los Abencerrajes.
Una vez atravesada la puerta podemos contemplar dos piedras con un orificio central, y que funcionaban como quicialeras, y donde se ubicaban los ejes de las puertas que en otro tiempo tuvo la puerta, aunque actualmente no las tiene.
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Nada más atravesada camino hacia la Placeta de Carlos V contemplaremos, cerrada por una verja, la Calle del Foso que, actualmente, se inicia en este sector adentrándose hacia la Medina camino al Palacio de los Abencerrajes y la Torre del mismo nombre.
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