Los leones se encuentran situados en la base de la Fuente que ocupa el centro del Patio del Palacio del mismo nombre
Se realizaron con mármol de Macael y fueron mandados construir durante el reinado de Muhammad V, entre 1.362 y 1.391.
Teclea en el siguiente enlace para adquirir tu entrada
para visitar la Alhambra y el Generalife, para particulares,
en la Tienda Oficial del Patronato de la Alhambra
A lo largo de los años se les han realizado diferentes restauraciones.
De ellas, es la que hizo Alonso de Mena en el siglo XVII, la más importante hasta la fecha.
Ante el gran deterioro que sufrían las orejas de los leones se procedió al cambio y creación de la gran mayoría de ellas, aunque algunos de los leones todavía conservan partes de sus orejas primitivas.
La última restauración, realizada en 2007, no sólo afectó a los leones, sino que también se procedió a la restauración de su taza.
Motivado por las condiciones climáticas,
la calidad del agua
y a distintas reacciones sobre la superficie del mármol de los leones
se retiraron de su ubicación para proceder al mayor trabajo de restauración e investigación, que se les ha aplicado desde su instalación.
Por otro lado, también se modificó el espacio donde se encuentra ubicada, el Patio de los Leones, para volverlo a su estado original.
Actualmente encontramos todo el patio cubierto por multitud de piezas de mármol.
Éste cubre casi los 400 metros cuadrados del mismo, junto a la canalización del sistema de agua de la fuente y de las pequeñas fuentes que llevan el agua a la misma.
Por el tamaño de la taza y para evitar su traslado, se realizaron los trabajos en ella, in situ, en el mismo patio del Palacio de los Leones.
Ésta se sitúa encima de los leones, aunque no se apoya en éstos, sino en un cilindro central. Al igual que los leones también fue realizada en mármol de Macael, en una sola pieza.
En su borde y alrededor de la misma podremos leer una inscripción poética de Ibn Zamrak
con elogios al sultán que mandó construir al Palacio de los Leones:
Bendito sea Aquél que otorgó al imán Muhammad
las bellas ideas para engalanar sus mansiones.
Pues, ¿acaso no hay en este jardín maravillas
que Dios ha hecho incomparables en su hermosura,
y una escultura de perlas de transparente claridad,
cuyos bordes se decoran con orla de aljófar?
Plata fundida corre entre las perlas,
a las que semeja belleza alba y pura.
En apariencia, agua y mármol parecen confundirse,
sin que sepamos cuál de ambos se desliza.
¿No ves cómo el agua se derrama en la taza,
pero sus caños la esconden enseguida?
Es un amante cuyos párpados rebosan de lágrimas,
lágrimas que esconde por miedo a un delator.
¿No es, en realidad, cual blanca nube
que vierte en los leones sus acequias
y parece la mano del califa, que, de mañana,
prodiga a los leones de la guerra sus favores?
Quien contempla los leones en actitud amenazante,
(sabe que) sólo el respeto (al Emir) contiene su enojo.
¡Oh! Descendiente de los Ansares, y no por línea indirecta,
herencia de nobleza, que a los fatuos desestima:
Que la paz de Dios sea contigo y pervivas incólume
renovando tus festines y afligiendo a tus enemigos!
Durante tres siglos, encima de la taza, se instaló otra segunda taza.
Ésta se desmontó en 1954, tras los trabajos de restauración del Patio.
Se colocó en el Jardín de los Adarves,
donde actualmente la podremos contemplar en nuestro recorrido por la Alcazaba.
LOS LEONES DE LA ALHAMBRA
Sin lugar a dudas representan un elemento distintivo de la Alhambra y el Generalife
Se tratan de 12 esculturas de leones surtidores de agua.
Están distribuidos de forma radial sobre una taza en forma de dodecágono, y donde se encuentran cada uno de ellos.
Se cree que se tomó un león como modelo a partir del cual se realizaron los demás.
Ninguno de los 12 leones es igual, ni en tamaño, ni en forma ni en peso.
Presentan detalles distintos tanto en las caras, como en el cuerpo, patas y colas.
La principal diferencia que podremos contemplar se refiere a su cara, y más concretamente en sus orejas,
ya que tanto las colas y las uñas de las mismas, también signo de su singularidad, son más difíciles de apreciar.
Otras figuras de leones, siempre formando parejas, podremos contemplar en nuestros recorridos por el Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife.
Por supuesto todas ellas han sido realizadas tras la conquista de los Reyes Católicos.
Sin lugar a dudas sin comparación en importancia con sus parientes del Palacio de los Leones.
Son mucho menos conocidas y pasan prácticamente desapercibidas.
PALACIO DE CARLOS V
El primer ejemplo lo tenemos en la Portada sur del Palacio de Carlos V,
Se trata de sendos leones tumbados sobre los pedestales donde se apoyan las columnas de su fachada, flanqueando la entrada a la misma.
Ante la grandiosidad del edificio y su espectacular fachada, generalmente no llaman la atención de la gran cantidad de visitantes que junto a ellos pasan.
PALACIO DEL GENERALFIE
El otro ejemplo lo encontramos en el Palacio del Generalife, al salir del Patio del Ciprés de la Sultana.
Sobre la puerta de salida del mismo, por encima de las escalinatas que ascienden al Jardín de los Magnolios, encontramos dos pequeños leones.
Están realizados con cerámica granadina, verde y vidriada.