Pequeña cala virgen situada al noreste de Punta Baja, presenta aguas cristalinas y arena fina dorada acompañada de pequeñas piedras cerca del mar.
Con un nivel de ocupación bajo presenta una longitud superior a los 60 metros y 12 metros de ancha.
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También toma el nombre de la Cala de los Adoquines, en relación a que la lava volcánica se solidificó formando estructura hexagonales con forma de adoquines, y que años atrás se extraían para la fabricación de los mismos, entre ella y Punta Baja.
Se accede fácilmente en coche hasta un parking a escasos metros de la misma, siguiendo la carretera que desde la pedanía de Almadraba de Monteleva, deja el desvío al Faro de Cabo de Gata, y continúa, estrecha y empinada, hacia el Collado de Vela Blanca.
Nada más pasar el desvío del faro tomaremos la pista hacia las últimas casas de la zona, para seguir por otra hasta el citado parking.
Mejor y mucho más espectacular es dejar el coche en el Faro de Cabo de Gata y tomar una vereda que nos permite acercarnos a los acantilados para contemplar la costa, el Arrecife de las Sirenas y el Cabo de Gata.
Posteriormente ascenderemos para tomar la carretera y la pista para acercarnos de nuevo a los acantilados contemplarlos y comprobar las diferentes pequeñas calas de la zona, antes de llegar al pequeño collado de Punta Baja y alcanzar la Cala, no sin antes recorrer los espectaculares basaltos que constituyen Punta Baja.
Además mientras la realizamos podremos, dependiendo de la época, la variada flora de la misma, así como pequeños conjuntos de dunas móviles.