La Puerta del Patio del Descabalgamiento era la Puerta Primitiva para entrar al Palacio del Generalife.
Actualmente corresponde al acceso desde el Patio del Descabalgamiento, llamado también Patio de Polo o de las Caballerizas, al Patio de la Guardia.
Posteriormente, a través de unas estrechas escaleras accederemos al Patio de la Acequia, ya en el corazón del Palacio, ver recorrido por el Generalife.
Tras acceder por un Portón con arco, donde hoy el Personal del Patronato de la Alhambra controla la entrada al interior Palacio del Generalife, accedemos al mencionado Patio.
Éste era, en sus primeras épocas, usado como Caballerizas.
En él podremos observar además de un abrevadero dos apeaderos para facilitar el descenso y ascenso a los caballos.
Todo el patio fue restaurado en 1922, del que nos ocuparemos en su apartado correspondiente, aunque si prestaremos atención a la puerta noreste, cercana al abrevadero, que corresponde a la mencionada Puerta y que permitía acceder al Palacio.
Se encuentra realizada en ladrillo, con un alfiz que la recubre hasta alcanzar el suelo.
Además de las muchas modificaciones que ha sufrido el Palacio que se construyó en el Generalife, que forma parte de los primeros Palacios que se construyeron en la Alhambra, se han realizado numerosas obras, siendo las últimas y más importantes las realizadas a principios del siglo XX.
En éstas se han recuperando el abrevadero y gran parte de la puerta, tras el estado de abandono en que se encontraba la zona, al dejar ser ésta la más usada en beneficio de la Puerta Alta del Generalife.
Presenta un pequeño desnivel que se salva con unas escaleras y en el interior, corto, estrecho y en línea recta, sendos bancos, con sus correspondientes arcos, a ambos lados, para la guardia que se ocupaba de su control.
El arco presenta en su clave una cerámica, en relieve, con la llave, semejante a la que podemos encontrar en otras Puertas del Conjunto Monumental.
En las albanegas podemos observar los restos originales de grabados semejantes a ladrillos, con tonalidades rojizas y relleno blanco, muy utilizados en otras estancias, bóvedas y puertas de la Alhambra.
Tras cruzar el arco interior, reconstruido junto a los demás que constituyen el Patio de la Guardia, accederemos a éste antes de alcanzar el mencionado Patio de la Acequia, ya en el interior del Palacio del Generalife.