La palabra “Postigo” tiene diferentes definiciones, siendo dos de ellas las que podemos aplicar y observar en el Recinto amurallado de la Alhambra y el Generalife.
La primera corresponde a una pequeña “Puerta” abierta en otra mayor, y que encontraremos en casi todas de las grandes Puertas de Madera, siempre y cuando la tengan, que mantienen su uso para cerrar el paso a diferentes espacios del Recinto Monumental.
Ejemplos de éstas las encontramos en la Puerta de las Armas o en la Puerta de la Justicia, pero a lo largo de nuestros recorridos encontraremos en el Palacio de Comares, o en el Palacio de los Leones, y que trataremos independientemente en cada una de ellas.
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Pero la definición que más nos interesa, en este apartado, corresponde a las pequeñas puertas o aberturas que se realizan en un muro o muralla, permitiendo el paso a distintas zonas del mismo y que abundan en el Recinto amurallado de la Alhambra.
Muchos de ellos los usaremos para acceder a distintos espacios del Monumento, realizados en las distintas restauraciones a la que ha sometido el mismo, a lo largo de los siglos.
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Otros han quedado como vestigio de otros espacios que antiguamente existían y que han desaparecido.
Otros se realizaron con el objetivo de facilitar la entrada a determinados espacios y que actualmente bien se encuentran cerrado con cancelas o bien permanecen cerrados por Puertas de Madera.
Mención especial tiene el denominado “Postigo de la Traición” que, según una de las muchas leyendas que existen sobre los diferentes hechos ocurridos en la Alhambra, fue el primer lugar por donde entraron, el 2 de enero de 1492, las tropas cristianas para tomar la Alhambra antes de la entrega oficial de las llaves de la Ciudad que Boabdil, en las cercanías de la actual Ermita de San Sebastián, hizo a los Reyes Católicos.
Se encontraba ubicado en el lienzo de muralla que comunicaba la Torre de los Siete Suelos y la Torre de Baltasar de la Cruz y según la leyenda fue el lugar por donde también salió el rey Boabdil y su séquito para la entrega de la ciudad, solicitando posteriormente que la tapiaran, junto a la Puerta de los Siete Suelos, para que nadie más volviera a entrar por ellas.
Posteriormente tras las voladuras francesas, de esta zona del Conjunto Monumental, antes de abandonar la Alhambra y su posterior restauración se tapió y desapareció.
Aunque se piensa que los restos existentes en el exterior del lienzo de la muralla, ocultos entre los jardines, que podremos observar al recorrer el Paseo del Generalife, corresponden si no a los originales si al lugar donde se debería de encontrar.
Quizás el Postigo más grande que se realizó, situado en el muro que cierra, por el este, los Jardines Altos del Generalife, separando el Jardín de los Magnolios con la nueva entrada del Paseo de las Adelfas, corresponde al denominado “Postigo de los Carneros“, que posteriormente se pasó a llamar Puerta Alta del Generalife.
El más llamativo, principalmente por el lugar donde se encuentra, desapercibido y oculto a nuestras miradas, corresponde al “Postigo de la Alcazaba“. Una vez situados en la Placeta de Carlos V y tras atravesar la Puerta del Vino seguiremos unos metros de frente, hacia la calle que asciende hacia la antigua entrada de la Alcazaba. Al alcanzar el muro, junto al primer escalón, lo bordearemos por su derecha para llegar a una rendija de hierro, fijándonos, debajo de ésta, lo encontraremos.
En sus alrededores encontraremos otros pequeños arcos y restos de alguna torre, de la antigua muralla que cerraba el paso a esta zona, que tras las distintas modificaciones de la zona, principalmente tras la Reconquista, han quedado debajo del terreno actual donde se encuentra la Plaza de los Aljibes, por encima del Aljibe de Tendilla.