Se encuentra ubicado a escasos metros del Castillo de Santa Ana.
Se inauguró el 31 de diciembre de 1863 para facilitar la localización del fondeadero de la localidad.
Con forma rectangular presenta una torre de 9,5 metros de altura, alzándose 19 metros sobre el nivel del mar.
Tras la ampliación de la localidad y la puesta en marcha del Puerto, cada vez se encontraba más inmerso en las viviendas de la población confundiéndose la visión de sus luces con otras del municipio, por lo que se construyó una luz balizadora en el espigón del puerto, que empezó a funcionar el 10 de mayo de 1945 lo que originó el apagado definitivo del mismo.
Tras la cesión al Ayuntamiento de Roquetas de Mar y después de su restauración ha pasado a formar parte de las numerosas actividades culturales del municipio, albergando, durante todo el año, diferentes exposiciones y muestras, en las dos salas que lo componen.