Alcanza una altura de 222 metros sobre el nivel del mar y corresponde a los restos de un domo volcánico submarino.
Presenta una paredes suaves hacia el norte y oeste, mientras que hacia el sur y el este sus pendientes son mas fuertes y constituyen los acantilados más impresionantes de Carboneras.
En su cima, y tapando su cráter, se formó una amplia meseta, y donde contemplaremos numerosos restos fósiles de los arrecifes que se instalaron cuando se encontraba sumergida.
Resaltan los colores más oscuros que corresponden a las rocas volcánicas sobre las tonalidades blancas de la cubierta caliza del coral, que durante años se extrajeron, y que podremos contemplar los restos de la cantera que hay en la meseta.
Por su localización y altura son extraordinarias las vistas del mar Mediterráneo y de los términos municipales de Carboneras y de Níjar, por lo que en su cima no es de extrañar la presencia del Faro de Mesa Roldán y de la Torre del mismo nombre.
Aunque se puede subir en vehículo, a través de una pista asfaltada que asciende hasta su punto más elevado, mucho más bonito y atractivo es ascender por algunos de los senderos homologados que bien parten desde la pedanía de Agua Amarga (Níjar) o desde el parking de la Playa del Muerto, a escasos metros del Punto de Información (que funciona únicamente en época estival) del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
En su base suroeste y rodeadas de acantilados encontraremos unas pequeñas calas, de difícil acceso pero de increíble belleza y tranquilidad (Cala Sorbas, Cala Arena y Cala Castillo).