ENDEMISMO PENINSULAR
Endemismo Peninsular, ampliamente distribuido por Andalucía y que podremos encontrar desde las proximidades del nivel del mar hasta los 2000 metros. Se la conoce por numerosos nombres, además de Cabeza de Espinas, entre los que destacan Encojaperros, Argolla y Cardo Abrepuños.
Planta perenne que puede alcanzar prácticamente el metro de altura, donde sobresalen sus llamativas flores amarillas-anaranjadas. Sus tallos son erectos, acostillados y recubiertos por finos pelos.
Presenta diferentes tipos de hojas, que pueden alcanzar 40 centímetros de largo; en roseta y pecioladas las basales mientras que las caulinares pocas y pequeñas conforme se acercan al final del tallo.
Los capítulos son solitarios, donde arranca el involucro ovoide de donde se abre paso la flor, amarillenta-anaranjada. Sus estambres del mismo color, aunque a veces pueden ser rojizas. El fruto forma una pequeña cipsela con vilano doble.
Aparecen en terrenos arenosos y pedregosos, junto a bordes de caminos, veredas y carreteras, en pastizales y entre matorrales, incluso en los claros de pequeños bosques. Florece desde principio de abril hasta finales de octubre.
Desde antiguo, como otras especies de centaureas, se han utilizado en la medicina popular, en este caso, para curar dolores de estómago y hemorroides, aunque su principal uso ha sido para curar heridas (cociendo su raíz y untándola sobre ellas), tanto aplicada para las personas como para animales.