RECORRIDOS POR EL INTERIOR DEL CONJUNTO MONUMENTAL
Se ubica en lo más elevado del Conjunto Monumental sobre la ladera que desciende del Parque Periurbano Dehesa del Generalife, cuyo punto más elevado se encuentra en el Cerro del Sol, que recorreremos en diferentes Rutas de Senderismo que nos permitirán conectar la Alhambra y el Generalife con los barrios del Sacromonte y el Albaycín).
Los sultanes disponían de diferentes almunias en las cercanías de sus residencias donde se abastecían de diferentes productos agrícolas y ganaderos, además de servir como lugar de recreo.
El Generalife es la más cercana a la Alhambra y guarda gran relación con la misma.
En la etapa musulmana se llamaba “Yinan al-Arif” que dio lugar tras la conquista a su nombre actual, Generalife.
Se encuentra separada de la Alhambra por una vaguada, en donde se encuentra la Cuesta de los Chinos, ver ruta desde el Paseo de los Tristes a la Alhambra.
Se abastece de agua, al igual que las otras zonas de la Alhambra por la Acequia Real.
Las huertas se encontraban rodeadas por jardines, patios, acequias y numerosas fuentes en donde los sultanes se retiraban para descansar.
Normalmente las Almunias, dependiendo del tamaño, disponían de pequeñas casas para las personas que las trabajaban o para guardar las herramientas.
Pero en el caso de la Almunia del Generalife se construyó, ya en el siglo XIII, uno de los primeros Palacios de la Alhambra.
Aunque sufrió distintas modificaciones y ampliaciones ordenados por los distintos sultanes que vivieron en la Alhambra, fue tras la conquista cristiana cuando sufrió la mayor transformación al suprimirse la gran parte de las huertas para la construcción de los nuevos jardines.
Aun así en la parte inferior del Paseo podremos todavía observar la Huerta Colorada, de las pocas que se mantienen en la actualidad.
Después del reparto de las propiedades tras la conquista cristiana pasó por diferentes manos hasta que en 1539 formó parte de la dote de don Pedro de Granada Venegas, de una familia de moriscos conversos con descendencia de la dinastía nazarí.
Posteriormente por reales cedulas se otorgó a sus descendientes la alcaldía a perpetuidad.
Tras casi un siglo de pleitos, en 1921 pasó a formar parte, de nuevo, del Conjunto Monumental de la Alhambra y el Generalife, ver Placas de la Alhambra.
Para iniciar la visita en el interior del Generalife tendremos dos posibilidades.
La primera es continuando con el recorrido tras visitar los Jardines del Partal, por el Paseo de las Torres tras cruzar el Puente Nuevo.
Mientras que la segunda es accediendo por la entrada principal del Generalife, en la zona de descanso y comida.
Ésta se encuentra junto a las Taquillas del Monumento, y una vez pasado el control subiremos por el camino asfaltado, entre cipreses, del que toma su nombre, hasta llegar a una pequeña zona llana.
En este punto se cruzan diferentes caminos, y situándonos mirando hacia los Jardines del Generalife, sus direcciones son las siguientes:
– el de la derecha, al este, es por el que vendremos después de visitar el Palacio del Generalife
– el de la izquierda, al oeste, es el que proviene del Puente Nuevo
– el del norte, será por el que iniciaremos la visita del mismo
– y al sur se encuentra la entrada del Generalife y las Taquillas del Conjunto Monumental, además de una zona habilitada para descansar y comer.
Recordar que una vez en los Jardines del Generalife deberemos llegar
hasta la zona de control del Palacio para acceder al interior del mismo.
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Empezaremos nuestro recorrido por el Camino de los Nogales, para a nuestra derecha contemplar el Teatro al aire libre del Generalife, que dependiendo de la época en que lo visitemos podremos ver las diferentes instalaciones donde se celebran conciertos en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada.
Continuaremos hasta el final, aunque no tiene salida, en la Placeta del Moral, y contemplar a nuestra izquierda los diferentes cultivos que actualmente dan las Huertas Grande y Colorada.
Mientras lo recorreremos dejaremos a nuestra derecha, primero los aseos y posteriormente unas pequeñas escaleras que nos permitirán alcanzar los Jardines del Generalife, también llamados Jardines Nuevos, que engloban a los Jardines del Teatro y la Rosaleda de Torres Balbás.
Ahora continuaremos a nuestra derecha, para recorrer el lateral hasta situarnos por encima del Teatro del Generalife.
Nos disponemos a visitar la parte central, la más espectacular, de los Jardines y donde bien merece una parada y disfrutar de los sonidos y el juego del agua en sus fuentes, acequias y albercas.
Metros más adelante, al final del mismo, nos adentraremos en la Rosaleda de Torres Balbás, ya muy cerca de la entrada al Palacio.
Antes de acceder al mismo, y dependiendo de la época de la visita, deberíamos recorrer la mencionada rosaleda para contemplar las diferentes flores y la concentración y variedad de colores de las mismas.
A escasos metros de la zona de control dejaremos, a nuestra derecha, la plazoleta de la zona baja de los restos del Patio de la Casa de los Amigos (con funciones de almacenes y caballerizas) y por los que pasaremos, en su parte alta, al salir del Palacio.
Aunque no lo podremos comprobar hasta el final de la fachada de acceso al interior llega el acceso medieval del Generalife.
Éste, desde la Cuesta de los Chinos permitía comunicar la Alhambra, a través de la Puerta del Arrabal en el Baluarte de la Torre de los Picos, con el Generalife.
Actualmente el acceso se encuentra cerrado y ya no tiene su función primitiva.
Podremos contemplar tanto la cancela que cierra el paso, como distintas varias puertas del camino estrecho de acceso, entre antiguos muros, a las huertas y a distintas zonas próximas al Palacio.
Una vez pasado el control, en la Puerta del Patio del Descabalgamiento, accederemos a dos Patios antes de acceder al Patio interior del Palacio, por orden el citado, del Descabalgamiento, y el de la Guardia.
Una vez en el Patio de la Acequia, el principal y otra de las zonas más conocidas y fotografiadas de la Alhambra, podremos contemplar hacia el noroeste el Pabellón Norte del Palacio del Generalife y, en sentido contrario, el Pabellón Sur.
En su origen se encontraba cerrado salvo el pequeño Mirador que aun se conserva, en su parte central.
En la actualidad la galería abierta hacia la Alhambra, que permite contemplar las huertas y gran parte de los tejados de los Palacios Nazaríes, se realizó tras la reconquista de los Reyes Católicos, cuyos emblemas podremos contemplar en sus paredes.
Tras la visita a la zona baja del Pabellón Sur (cerrado su interior a la visita ordinaria), contemplaremos el espectacular patio desde esta perspectiva.
Éste se integra, a lo largo de los años, en los «Espacios del Mes», por lo que sólo se puede acceder a su interior en esos determinados días.
Atravesaremos por la galería antes mencionada, el Patio de la Acequia, para situarnos en la fachada del Palacio del Generalife.
En ella podremos contemplar diferentes ejemplos de la arquitectura decorativa nazarí antes de visitar el interior del Salón Regio, donde nos sorprenderá su maravillosa techumbre, y asomarnos a la estancia de la Torre de Isma´il.
Saldremos de éste a través de unas escaleras que nos permiten acceder al Palacio del Ciprés de la Sultana.
La parte Alta del Palacio se realizó tras la conquista cristiana modificando en gran parte la fisonomía del mismo.
Datado entre los siglos XIII y XIV sufrió numerosas transformaciones hasta su fisonomía actual, muy distinta al resto de patios nazaríes.
Cabe destacar en la parte oriental, y completamente seco el ciprés que le da nombre, donde existe una placa sobre la leyenda del mismo (ver Placas de la Alhambra y el Generalife) y el salto de agua de la Acequia Real.
Seguiremos el camino para ascender por unas cortas escaleras hasta el Jardín de los Magnolios, que junto con el Jardín de la Secuoya (más arriba) forman los Jardines Altos.
En la puerta de salida, y antes de atravesar los pernos situados para impedir el paso en sentido contrario, veremos sobre ésta las figuras de dos curiosos leones.
Podríamos seguir en línea recta atravesando el Jardín de los Magnolios y situarnos en el extremo norte del Pabellón Sur, pero nosotros nos desviaremos, a nuestra izquierda, para situarnos en el extremo nororiental del Palacio.
Ascenderemos por la Escalera de Agua, dividida en diferentes tramos y donde desciende el agua a través de sendos canales sobre los pasamanos.
Una vez arriba nos encontramos, en lo que antiguamente se cree que sería un oratorio musulmán, en la parte más elevada del Conjunto Monumental, en el Mirador Romántico de Orlando.
Éste se encuentra cerrado en la visita normal del Generalife, pudiendo únicamente acceder a su interior cuando está incluido en el «Espacio del Mes».
Actualmente las vistas quedan reducidas a los jardines situados en su base y a las impresionantes secuoyas californianas (Sequoia semprevirens) que dan nombre al jardín inferior del mismo.
Descenderemos, dejando a nuestra derecha, dos terrazas con jardines para adentrarnos en la tercera terraza y disfrutar de los mencionados jardines.
Continuaremos bajando por unas escaleras hasta el Jardín de los Magnolios, junto al Pabellón Sur desde donde tendremos una, casi completa, visión del Patio de la Acequia.
Seguiremos hacia la izquierda, junto al citado Pabellón y donde contemplaremos un pequeño foso entre la altura que llevamos y el citado Pabellón.
Éste se usaba para abastecer de materia prima al antiguo baño del Palacio, antes de alcanzar la Puerta Alta del Generalife, también denominada Postigo de los Carneros o Puerta de la Mercería, para salir del Palacio del Generalife.
Continuaremos por el camino empedrado hasta situarnos por encima de los restos de la Casa de los Amigos, independiente del Palacio.
En ella distinguiremos la zona central de la misma y las distintas estancias que se situaban a su alrededor.
No se puede visitar en la visita normal aunque si durante las distintas actividades que programa el Patronato de la Alhambra y el Generalife, siempre y cuando nos anotemos previamente.
Sin embargo si lo atravesaremos al salir del Palacio durante el recorrido de la visita nocturna del Generalife.
Seguiremos por el único camino que se nos permite realizar adentrándonos en el largo y llano Paseo de las Adelfas, que distinguiremos por la bóveda que forma esta planta.
Al final de éste saldremos a una pequeña placeta, por encima del Teatro del Generalife y por debajo de lo que era la Huerta de la Mercería.
Otro tramo de la Acequia Real se adentra por ésta zona, cuyos tramos a veces tendremos la oportunidad de ver, encima se encuentran Los Albercones que recogen las aguas de diferentes acequias que posteriormente llegan a las zonas de la Alhambra y el Generalife.
A partir de ahora seguiremos por un camino de tierra, entre sendas filas de cipreses, que se conoce como Paseo de los Cipreses que se construyó para la visita de la reina Isabel II, hasta alcanzar una división del mismo.
Si continuamos con la dirección que traemos bordearemos el Bosque del Generalife, para situarnos en la salida del Generalife junto a las Taquillas del Monumento.
Nosotros tomaremos a la derecha, para descender por encima de los vestuarios y camerinos del Teatro antes citado, y salir al cruce de caminos donde empezamos nuestro recorrido.
Antes habremos dejado, a nuestra derecha varias terrazas ajardinadas a las que no tenemos acceso y, a la derecha, el Bosque del Generalife, donde podremos acercarnos para contemplarlo desde arriba.
Una vez alcanzado el cruce de caminos del inicio del recorrido tenemos la opción de salir del Conjunto Monumental junto a la Taquilla y en la zona baja del Parking.
O bien atravesar el Puente Nuevo, sobre la parte final de la Cuesta de los Chinos, para continuar el recorrido por la Medina y el Secano o para dirigirnos a la actual calle Real Alta, dirección a la Placeta de Carlos V, para continuar con la visita de otras zonas del Conjunto Monumental.