Por los dos caminos hemos llegado al mismo punto, y es un buen sitio para dejar las mochilas (si es escondidas aun mejor, siempre y cuando luego sepamos encontrarlas fácilmente) para iniciar el ascenso al Cerro de los Machos, que realizaremos en 40 minutos. El descenso, por el mismo camino de la subida, en 30 minutos. También podremos ascender al Cerro de los Machos desde la Estación de Esquí Sierra Nevada siguiendo las indicaciones de la siguiente ruta.

En ambos casos y situados donde dejamos las mochilas tomaremos el camino, dirección sur, alejándonos de la pared sureste del Veleta hasta llegar de nuevo a a pista que recorrimos al iniciar este tramo. Tras cambiar de vertiente y tras una pequeña subida llegaremos al «Paso de los Machos», que pasaremos sin problemas las numerosas rocas que están haciendo que la pista vaya desapareciendo poco a poco (y donde antiguamente y en invierno era el lugar más expuesto en su camino hacia el Refugio Félix Méndez).

Continuaremos por la pista, recorriendo la vertiente sureste del Cerro de los Machos, con vistas a la zona alta del pequeño Valle delimitado por los Raspones de Río Seco y donde podremos contemplar las láminas de aguas de los Lagunillos del Púlpito hasta llegar al Collado del Lobo, a nuestra izquierda (15 minutos), donde bien merece una parada para contemplar las vistas del Corral de Valdeinfiernos; de la pared este del Cerro de los Machos y de los diferentes «Tresmiles» que tenemos hacia nuestra derecha.

También desde aquí veremos Veta Grande (3.085 metros), uno de los “Tresmiles” que no ascenderemos en nuestra Integral pero que si encontraréis una ruta específica para ascenderlo o en otra para recorrer las Lagunas de la Vertiente norte del Veleta, Cerro de los Machos y Crestones de Río Seco, incluso alargándola hasta llegar a la Laguna de la Mosca, bajo la impresionante cara norte del Mulhacén.

Seguiremos unos metros más adelante, para dejar la pista y buscar la manera más fácil de coronar la cota superior de los Crestones de Río Seco (3.150 metros) que sin vereda pero sin excesiva dificultad lo realizaremos y descenderemos en apenas 5 minutos. Imposible de realizarlo por su cara norte, tanto por el gran desnivel existente como por el terreno suelto que nos impide en muchos momentos continuar nuestro avance.

De nuevo en la pista proseguiremos hasta alcanzar un pequeño collado (5 minutos) que se hizo para poder pasar la pista y que separó los Raspones de Río Seco de los Crestones del mismo nombre, al que algunos denominan «la Puerta» pues nos permite abandonar el Valle que hemos recorrido y nos adentra en el siguiente, el formado por río Seco, y donde en su parte alta podremos encontrar, dependiendo de la época que la hagamos hasta siete láminas de aguas de distinto tamaño.

Buen lugar para echar la vista atrás y ver lo que llevamos recorrido ya que cambiamos de vertiente y se nos presentan nuevas vistas, y sobre todo, cada vez más cerca, el Mulhacén, el «Tresmil» más alto de Andalucía y de Península y el punto más elevado que alcanzaremos al realizar la «Integral de Sierra Nevada».

En este punto abandonaremos la pista y nos adentraremos unos metros, hacia el sur, con dirección a los Raspones de río Seco, donde dejaremos las mochilas de nuevo escondidas, en alguno de los muchos recovecos que existen entre las rocas que lo forman. Nos disponemos a ascender al Puntal de los Raspones de Río Seco continuando por una vereda, y siempre por la vertiente de la Cuenca de Río Seco, que aunque se encuentra poco marcada, pasa por debajo del primer puntal de los Raspones, hasta que nos sitúa en un pequeño collado, y que usaremos para descender a los Canchales del Púlpito, en otras rutas.

Ahora queda la parte más dura, que será buscar, de nuevo, en la misma vertiente, la mejor opción, para ir progresando y sorteando los diferentes pasos, con el uso de las manos, y en algunos casos, escalando entre grandes bloques de piedras e importantes grietas, hasta alcanzar la cota más elevada de los Raspones de Río Seco. El regreso a la pista lo haremos por el mismo camino (ida y vuelta a la pista 40 minutos).

De nuevo, con las mochilas a nuestras espaldas y situados en la pista que estamos recorriendo, seguiremos por la misma, dejando a nuestra derecha la Cuenca de Río Seco, y a nuestra izquierda los diferentes puntales que forman los Crestones de río Seco. Dejaremos a nuestra derecha las veredas, cada vez menos usadas, para descender a la Laguna de Río Seco y al desaparecido Refugio Félix Méndez (que usaremos si vamos a avituallarnos de agua en los manantiales y nacimientos de la Cuenca Glaciar de Río Seco) y posteriormente, a nuestra izquierda, una vereda que nos permitiría acércanos a la Cresta, pero no lo tomaremos y si la siguiente (5 minutos), también a nuestra izquierda, marcada con hitos de piedra, y que al igual que la anterior, nos sitúa en un pequeño collado en la cresta.

Aquí de nuevo, buscaremos un sitio oculto para dejar las mochilas, y empezaremos el descenso (los primeros metros, bastante empinados y por un terreno descompuesto) para bordear la formación rocosa, situada a nuestra derecha, y retomar la vereda, ya en mejor estado y en un terreno más firme, que atraviesa la cara norte de los Crestones de río Seco y que baja a la pequeña Cuenca Glaciar donde se encuentra la Laguna Larga y la Laguna de la Gábata. Tras un cómodo descenso, y aproximadamente a los 20 minutos alcanzaremos un pequeño collado, en la cara sur del Mirador de Ferrer, con unas increíbles vistas de las pequeñas cuencas donde se encuentran los Lagunillos de Valdeinfiernos y Laguna Larga; y de los “Tresmiles” que nos rodean.

En apenas 5 minutos y, siempre por la vertiente de nuestra derecha, hacia Laguna Larga, alcanzaremos el Mirador de Ferrer. El regreso lo haremos por el mismo camino, en 35 minutos, hasta llegar a la cresta, donde, ya con las mochilas puestas, descenderemos, de nuevo, a la pista para continuar nuestra ruta.

Continuaremos por la pista, que va ganando altura progresivamente, dejando a nuestra izquierda los restos del camino, cada vez más oculto, que descendía hasta el mencionado Refugio Félix Méndez, para rodear Loma Pela. Antes de comenzar a recorrer la Loma mencionada la abandonaremos por una vereda muy marcada que nos permite ascender a un collado (20 minutos), entre los siguientes “Tresmiles” que vamos a ascender y con unas espectaculares vistas al Corral de la Caldera y a los majestuosos Mulhacén y Alcazaba entre otros.

También tenemos la opción de continuar por la pista, pasando junto al Refugio Villavientos y posteriormente llegar al Refugio-vivac de la Caldera, al igual que por la vereda, pero sin ascender a los dos Puntales citados.

Una vez en el collado, en pocos metros y tras una corta ascensión, alcanzaremos el Puntal de la Larga, sin ningún problema, invirtiendo en ir y volver 5 minutos. Y al igual, pero hacia el sureste, siempre por la vertiente de la Cuenca de río Seco, ascender en otros 5 minutos al Puntal de Loma Pelá.

Situados de nuevo en el collado, terminamos este tramo de la Integral de Sierra Nevada, que será punto de inicio del siguiente; desde el Collado de Loma Pelá al Mulhacén.