La Puerta de la Tahona se encuentra, oculta, en la base de la Torre del Cubo, bajo su terraza, en el extremo noreste de la Alcazaba – ver recorrido -.
Se encontraba situada junto a una pequeña torre de control, permitiendo el acceso de los ciudadanos.
Éstos, tras entrar en el recinto de la Alhambra a través de la Puerta de las Armas y atravesar la calle del Foso, se dirigían bien hacia los Palacios Nazaríes – ver recorrido – o hacia la Puerta del Vino.
Tras la conquista y para fortalecer el sistema defensivo de la Alcazaba se construyó sobre la antigua torre la nueva Torre del Cubo que envolvía a la citada puerta en su interior.
Tras el nuevo acceso abierto en la muralla a través de la Puerta de los Carros, se cerró la Puerta de la Tahona dejándose de usar la Puerta de las Armas como acceso principal al Recinto Monumental.
Desde ese momento paso a ser la Puerta de la Justicia la principal puerta para que los ciudadanos de la capital accedieran al interior de la Alhambra y el Generalife.
Fue al principio del siglo XX cuando se realizaron diferentes trabajos de reconstrucción que afectaron a:
– las Torres del Homenaje y Quebrada,
– el vacío de la Torre del Adarguero,
– la destrucción de la vivienda situada en la terraza de la Torre de las Armas,
– y la excavación de la actual Plaza de los Aljibes hasta la muralla entre la Torre del Cubo y de la Torre de Muhammad.
Junto a todos estos trabajos, en 1929 el arquitecto Leopoldo Torres Balbás se ocupó de la reconstrucción de la Torre del Cubo.
La dotó de acceso y fortificó su superficie con una gran plataforma de madera.
Pero fue en 1954, cuando Jesús Bermúdez Pareja encontró los restos de la Puerta y las distintas calles que recorrían esta plaza, y que permitían acceder a distintas zonas de recinto amurallado.
Posteriormente Francisco Prieto Moreno la restauró quedando como hasta ahora la podemos contemplar.
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No se permite la visita a su interior salvo en algunas de las actividades programadas por el Patronato de la Alhambra y el Generalife.
Aunque si podemos contemplar en la base de la Torre del Cubo los distintos huecos que permiten acceder a ella y atravesarla en ambos sentidos.
Semejante a las puertas de interiores de la Puerta de las Armas tiene a cada lado dos arcos de herradura apuntados de ladrillo, sin decoraciones, aunque más ancha que las anteriores.
Presenta una reja de hierro, la parte más alta fija, mientras que la inferior permite cerrar las dos compuertas que evitan el tránsito por ella.
Por su parte alta continua el adarve que hasta ella proviene tanto desde la Torre de las Armas como de la Torre de Muhammad, que se adentra hacia la Torre del Cubo.
Desde su base podremos contemplar la amplia plataforma de madera que sostiene parte de la terraza de la Torre del Cubo.